Sunday, April 16, 2006



Raíces y Alas



Desde que tengo uso de razón, no ha habido día en el que no se detuvieran mis ojos en ella.
Primero mientras revolvía el Cola-Cao, luego quizá mientras echaba azúcar en el café.
La trajo mi padre de su estancia en Inglaterra; fíjate, un trozo de madera, hasta es posible que haya sido yo quien coloreó las-letras-que-se-pueden-colorear con un rotulador rojo.
Me parece tan maravillosa la leyenda, que espero que nunca se me olvide.
Como dijo el Principito: lo esencial es invisible a los ojos.
Pero a veces, también se lee...
Feliz semana a todos.

Música:

When I grow too old to dream.
Versión de Ralph Sutton & Jim Cullum Jazz Band

"Sólo hay dos legados permanentes que podamos dejar a nuestros hijos.
Uno son las raíces. El otro las alas"

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Tuesday, April 04, 2006






Modigliani vivió 35 años. Murió completamente alcoholizado, imagino que en cualquier buhardilla con goteras. Jeanne Hebuterne fue su musa, su amante, su todo. Y cuando murió él, ella se suicidó. Pero no por eso me gusta tanto.




Si no te gustara tanto meterte en líos,
si eligieras un camino asfaltado alguna vez,
conservarías el sombrero norteño,
y la chica triste que te hacia reír.

Aunque no la quisieras, ni ella a ti,
teníais sed, siempre a la vez, en los mismos lugares, en los bares;
conservarías el bolsillo repleto,
y la chica triste que te hacia reír.

Que no me lleven al hospital. No es que desconfíe,
es que no me fío de la medicina occidental.
Que no me lleven al hospital. ¡Si ya me encuentro mejor!

Cuanto más viejo, decías, mucho más libre.
Menos plata que te arrebatan, y menos peso que cargar.
Últimamente, vas muy ligero,
sin la chica triste que te hacía reír.

Siempre hay otro lugar en la frontera,
siempre la esperanza queda, y quizás pueda ser mañana,
que el amanecer te traiga de vuelta
a la chica triste que te hacia reír.

Que no me lleven al hospital. No es que desconfíe,
es que no me fío de la medicina occidental.
Que no me lleven al hospital. ¡Ya estoy mejor!.

Asegúrate de que te dejen cerca de la parada,
la que esté más cercana, y te aleje de la diana,
y no te preocupes, por no despedirte de nadie.

La chica triste que te hacía reír. Bunbury
Jeanne Hebuterne con sombrero. Modigliani

SO ALIVE

Today I watched the boats
Moving through the harbor
Walking on water
In your arms I'd stay
Forever if I could
Forever if I may
Keeps me in your thoughts, don't disappear

I am on your side
And so alive
So alive it isn't real
If this is how I feel

Then nothing now is true
And nothing now can ever be taken away from you
Sinking in the past
The things that shouldn't last
Just put to bed and stand beside me
Stand beside me

Always on your side
I'm on your side
And so alive it isn't real
I am on your side
And so alive
And so alive
And so alive
I am on your side
I am on your side
I am on your side
And so alive

Ryan Adams

Chema Madoz

Sunday, April 02, 2006


BE ON TIME


Ahora que lo pienso, me hubiese gustado ver la cara que se me quedó cuando el tipo de la puerta de embarque me dijo que ya había partido el avión. Hemos estado llamándole for several times, me dijo mientras no podía dar crédito a lo que me estaba pasando: Dios, acabo de perder el vuelo.
Así que tuve que recorrer de nuevo todo el aeropuerto de Bruselas hasta dar con la ventanilla de Virgin, donde la chica me dijo- poniéndome la cara de circunstancias que siempre pone la gente de mostrador cuando ocurren estas cosas, algo así como sí, lo siento, no eres el único a quien le pasa esto- que tenía que pagar un billete nuevo. Y luego me fue imposible localizar a nadie por teléfono, y mientras crecía la angustia y las ganas de romper la cabina de teléfono, la paisana que tenía al lado seguía diciéndome que no me preocupara de nada, que ella había perdido un avión en Sudafrica una vez y que no había que alarmarse, que no pasaba nada por no ir al trabajo al día siguiente. Hasta creo que llegó a convencerme de que perder el avión era lo mejor que podía haberme pasado en la vida mientras yo empezaba a imaginarla con sombrero de exploradora y con la cara de Meryl Streep, qué tía más pesada - te dejaría el dinero, pero no te conozco, me repetía sonriéndome.
Cuando conseguí el billete volví a cruzar el aeropuerto y me volvió a cachear el mismo tipo de hacía una hora, y cuando me pidió que me quitara el cinturón no pude evitar empezar a reírme pensando que me iba a preguntar guiñándome el ojo: -qué, te gustó eh...
Y una vez llegado a la puerta de embarque resoplé para asimilar que tenía que pasarme el día entero allí, para lo cual improvisé una habitación en los bancos con vistas a la pista de aterrizaje, y hasta me puse las zapatillas y me pasé el día viendo desfilar ante mí vuelos a todas las partes del mundo, y conocí a un tipo que se iba a Las Vegas a jugar, y con su inglés de preescolar me hacía reír cuando repetía slot machines accionando la palanca con las manos para dar más credibilidad a sus palabras, mientras creía ver ya en sus pupilas el símbolo del dólar.

Más tarde, después de dormir a pierna suelta, me recorrí media terminal para poder fumar, y a los 34 km encontré una cafetería donde encendí un cigarrillo, e inmediatamente salió de su madriguera una camarera entrada en kilos y estupidez, que me empezó a gritar con su cara grasienta que no podía fumar si no consumía, que me largara. Y entonces fue cuando conocí a Marcel y a Helen de Breda, que me invitaron a una cerveza y a fumar con ellos y a insultar a la waitress y me dijeron que acababan de llegar de Valencia y, claro, empezaron a chapurrear las pocas palabras que habían aprendido, las palabras q aprende todo dios q nos visita: pa-e-lla, fies-ta, etc, y yo sonreía mientras pensaba en cómo cambia la vida en cuestión de minutos, qué fantástico es pensar que acabas de conocer a gente que jamás hubieses conocido si no hubiesen cambiado la hora en la madrugada del día de tu despedida. Murphy, eres implacable...

Música: Take it as it comes. The Doors
Fotografía: Watch. Josef Koudelka
Fotografía: Margaret Bourke-White
P.D.- Hoy se cumple una semana.