Saturday, January 28, 2006

Bourke-White

Bread Line during the Louisville flood, Kentucky,1937



Margaret Bourke-White(I)


Se me ocurre que mi humilde homenaje a esta gran mujer podría resumirse sencillamente diciendo que uno no puede ver la vida del mismo modo después de estudiar la vida y la obra de este ser humano excepcional.

Margaret se casó dos veces, una con el novelista Caldwell, estudió en cinco universidades, se especializó en Herpetología (anfibios y reptiles) y lo dejó todo cuando la Fotografía la reclamó.¿Cómo resumir una vida tan intensa?.

En los años 20 fue contratada por la Otis Steel Company y se convirtió en la pionera del reportaje gráfico industrial.

En los años 30 publicó junto a su marido You have seen their faces (1937), sobre las inundaciones de Kentucky en el 37 en particular, y sobre la Depresión norteamericana en general. Este libro hizo historia, y fue el testimonio de aquellos terribles años, junto a la Farm Security Administration de los Walker Evans, Dorothea Lange y demás, de los que no puedo decir nada hoy.
La primera fotografía estaba en ese libro. En este caso, la imagen vale más que mil palabras, claro está. Aquel fue el Nueva Orleans del 37. Margaret sigue viva, y también la gran contradicción americana. Como diría Bob: "There must be some way out of here" (All along the Watchtower). Por si esto fuera poco, fue la primera reportera que consiguió entrar en la Unión Soviética, publicando en 1931 Eyes on Russia


German civilians made to face their nation's crimes, Buchenwald.1945

“La cámara intercalaba una delgada
barrera entre yo y el horror.
Me veía obligada a cubrir mi alma
con un velo para poder trabajar”.

No. No podemos quitar la mirada. No podemos olvidarlo nunca. Margaret fue la primera mujer corresponsal de guerra, la primera a la que se le permitió trabajar en zona de guerra durante la II Guerra Mundial. Sobrevivió al ataque de un torpedo en las costas de Africa. Sirvió en el ejército estadounidense y fue uno de los fotógrafos que entró en Buchenwald.
Cuando fue liberado este campo de la muerte, fue tal el horror que sacudió a los americanos que Patton obligó a los habitantes del lugar a recorrerlo. Les obligó a ver aquello por lo que sus guías habían luchado.
No hay palabras para describir esto. Algunas de las visitantes arrastradas por los oficiales, tapándose los ojos. Algunos gritaban no sabíamos nada y los "supervivientes" clamaban con lágrimas en las cuencas de sus ojos lo sabíais, lo sabíais...
Ella dijo: "Dead men will have indeed died in vain if live men refuse to look at them."

Y yo no puedo seguir escribiendo

1 comment:

tipodeincógnito said...

Claro que lo sabían y aún hoy hay gente que lo niega, lo minusvalora, bah no fue para tanto, genoqué? Hijos de puta.