Saturday, May 27, 2006




Te puede fallar tu cantante favorito, tu artista preferido, tu grupo, tu programa, hasta tu hermana, tu periódico, el Sporting, tu programa de radio, tu presentador, tu panadería, tu peluquero, tu coche, tu moto, tu presidente, tu jefe, tu compañero, tu bicicleta, tus ojos, tu corazón, tu memoria, tus rodillas, tu botella de ron, tu novia, tu novia, tu novia, tu profesor, tu escritor, tu ordenador, tu selección en el mundial, un verano, un otoño, un invierno, nunca la primavera ni tu mejor hermano ni tu madre, cualquier día de la semana, se pueden caer los plomos, la luz, te pueden quitar el agua, el carnet, te puede decepcionar tu país, el mundo en el que vives, Murphy no porque es su función, hasta es posible que alguna vez te hayas fallado a ti mismo.

Pero nunca, nunca, te fallará tu mejor amigo.

Por eso mandé hacer esta placa, porque delante de esa mirilla te contemplan 14 años de amistad, de Palomas calamaronianas, a saber qué pensarán las vecinas, lo que se dirán mientras esperan el ascensor sujetando las bolsas de Alimerka, mientras sacan las llaves de casa en la cabina - me ha dicho Tere que son gays-, - yo sé que no, hay una chica morena preciosa de ojos azules- dirá Maripili, la del segundo.

A ver cuánta gente tiene tantas vidas como nosotros.

Gracias, Cortázar; jamás seremos como los demás.

Somos la hostia.

Música: Podría volver. Los Planetas. (La descubrí esta semana).

1 comment:

tipodeincógnito said...

Desde el lunes mi casa ya no es solo mi casa: hay algo más, como un halo, no sé, una quizá proforma que comienza desde la placa de la entrada: qué vida no es ficción, Bro.