EL CAMINO DEL EXCESO
Qué decir de un viaje directo al corazón, si aún sabiendo que tras la esquina nos aguardaba el éxtasis no pudimos contener la expansión.
Qué decir cuando se apagan los focos y te rodean 75000 personas esperando lo mismo que tú, gritándole al viento la banda sonora de tu vida, con la sangre hirviendo.
Qué decir si los hermanos nos abrazamos al verles aparecer haciendo brotar el estanque ante nuestros ojos: nunca un abrazo fue tan infinito.
Pocas veces más de 2000 kilómetros valen dos horas. El sábado en Sevilla se quedaron cortos.
Qué decir...
5 comments:
Tú, que eres un valiente...a mí me parece que prefiero recordarlos como cuando era adoloescente y éramos soberamos sobre sus letras.
Querido, cuando nos veremos?
Te invitaré a una copa si prometes no abrazarte a las farolas.
Besos
mucho, eh? que grande que grande que grande, un brindis por el taquillero del ave!!!
¡Avalanchaaaaaaaaa!
(Dani me acaba de contar que te vió en el magno evento, qué pequeña es la blogosfera, diantres)
Qué cabrón, joderrrr, yo estaba alliiiiiiiiiiiiiii
(y de negro para que se me distinguiese). Y cuando dijo "hermano, la fiesta después...", yo estaba en el ajo, centro lado cerca de la puerta, donde las bebidas...
Post a Comment